Anoche invité a
Maxine, la dueña de la lavandería a la que llevo mi ropa para lavar
y planchar con menos frecuencia de lo debido, al Café Society. Se lo había
prometido, y no fue para cumplir y ser amable con ella. Nunca he
dejado de cumplir mis compromisos, y menos que con nadie, con las
mujeres. Sin ninguna pretensión exagerativa, esta propietaria de
lavandería es la negra más impresionante, deslumbrante y con mejor
cuerpo de todo Manhattan. Tiene alrededor de 40 años, mide 1,60 y
su masa corporal debe andar por los 27. Para soñar. El ex marido,
que la abandonó dejándola embarazada y llevándose todo lo que pudo
y más, además de canalla era un majadero.
Maxine y yo hemos tenido suerte, porque esta noche en el Café
Society está mis viejos amigos Lester Young y Teddy Wilson con su
cuarteto. Cuando entramos en el Café
comenzaba a sonar All of me.
A mis amigos y conocidos suelo decirles siempre que si no han llevado
nunca a su chica a oírlos tocar, en tal caso no deben estrañarse si un día les abandonan para irse con otro.
Hice una seña a Herni para que trajera
un martini a Maxine y lo de siempre para mi. Sonriendo me hizo una
leve seña de aprobación por la hermosura que me acompañaba esta
noche. Comenzaba a sonar Prisioner of love
y Maxime se acurrucó junto a mi. Fue entonces cuando sentí la brisa
cálida de su aliento en mi rostro.
Tarde
nos fuimos juntos a la cama, y esta mañana cuando desperté Maxine
ya se había marchado; ella madruga para abrir la lavandería.
En un primer momento me sobresalté al no verla junto a mi. Después
me tranquilice al acordarme que se había tenido que ir muy pronto, y
al comprobar, ya por costumbre o instinto, que Maxine no me había abandonado y sacado de su vida: debajo de la cama no encontré nada, ninguna
prenda olvidada a propósito para dejarme un recuerdo por su adiós.
Supuse
que Maxine no me haría algo semejante. Ella es la única persona que sabe tanto como yo de mi vida sexual. El FBI
debería utilizar más las lavanderías de este país en sus
investigaciones si quiere que no se queden tantos crímenes sin
resolver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario